Después de cometer el crimen, el imputado escapó a Berazategui hasta que finalmente fue capturado por agentes de elite de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina, que pertenece a la Superintendencia de Investigaciones Federales.

Zárate, consciente de que estaba siendo buscado, se trasladó a otras localidades en Quilmes, como Ezpeleta. A pesar de sus intentos de huida, los agentes de la PFA lograron detectar que había regresado a otro domicilio ubicado en la calle 125 en Berazategui, en el que permanecía oculto.

Así, se llevó adelante un operativo de vigilancia en las cercanías de la vivienda del prófugo. Cuando el sospechoso llegó al lugar y trató de escapar, fue rápidamente arrestado en el patio delantero. Ahora, Zárate se encuentra a disposición del Juzgado de Garantías Nº 4 de Berazategui, mientras se resuelve su traslado a la provincia de La Rioja.

LA VÍCTIMA

La víctima, identificada como Roberto Cano, vivía solo en una casa en la localidad de Estación Mazán, al Norte riojano, y tenía la costumbre de brindar refugio a personas necesitadas o en situación de calle, de acuerdo a los testimonios de sus familiares.

Zárate había sido su último huésped.

Según consignaron fuentes policiales a Infobae, la investigación comenzó cuando el hijo de Cano denunció la desaparición de su padre y detectó un desagradable olor que provenía de su domicilio. Tras la denuncia, agentes de la Policía de La Rioja se dirigieron al lugar y encontraron el cuerpo sin vida del anciano encerrado en una habitación.

En la casa, los peritos secuestraron un objeto de hierro envuelto en una toalla, que se presume como el arma homicida. Además, determinaron que el cadáver presentaba signos de violencia y que habían pasado aproximadamente siete días desde su fallecimiento.

La autopsia reveló que Cano había recibido un golpe contundente en la sien, lo que lo dejó en estado casi inconsciente, seguido de otro golpe en la nuca que le provocó la muerte.

Las sospechas apuntaron a Zárate, quien tenía un distintivo bigote fino y había sido la última persona alojada por Cano, de acuerdo a información aportada por su hijo.

Más adelante, la investigación dio un nuevo giro cuando una entidad bancaria proporcionó a las autoridades una grabación del 13 de septiembre, que mostraba al sospechoso acompañando a la víctima en la ventanilla del banco mientras retiraba una importante suma de dinero. El video se convirtió en una pieza clave en el caso.

Con esta nueva evidencia, el Juzgado de Instrucción en lo Criminal y Correccional de la Cuarta Circunscripción Judicial, bajo la dirección de Sandra del Valle Molina en Aimogasta, La Rioja, emitió una orden de detención para Zárate y ordenó el allanamiento del domicilio de su padre en la provincia de Catamarca.

Pese a esto, el sospechoso ya había abandonado la zona, refugiándose en Berazategui, al sur de Buenos Aires, donde tenía familiares.