En total, fueron seis las intervenciones que desarticularon los eventos no permitidos, que incluyeron infracciones a propietarios y clausuras de los locales que no cumplían con la normativa vigente.

En la mayoría de los casos, fueron los mismos vecinos de Quilmes que, hartos de la negligencia y la falta de compromiso y empatía de una minoría de la sociedad, y comprometidos en colaborar para hacer que se cumpla la normativa que rige, se comunicaron al teléfono de Atención al Vecino de la Comuna (0800-999-5656) y al 4350-3000 interno 6065 (línea específica para denunciar fiestas clandestinas y concentraciones masivas que habilitó el Municipio de Quilmes, de viernes a domingos de 22 a 6, que se suma al  911 y al 0221-429-3386, también habilitados los viernes, sábados y domingos, de 22 a 6.

A raíz de las denuncias recibidas, personal de AFyCC, a cargo de Alejandra Cordeiro, coordinó los operativos de los que también participaron la Policía de la Provincia, personal de la Dirección de Tránsito y de la Patrulla Urbana, que actuaron con rapidez logrando la clausura de las fiestas que violaban el decreto vigente.

El viernes 19 de febrero, se clausuró el boliche Vinilo ubicado en Alvear entre Humberto primo y Garibaldi por no contar con la habilitación comercial necesaria para estar abierto al público. En el lugar se estaba llevando a cabo una fiesta con más de 70 personas entre las que se encontraban menores. En el mismo acto de la clausura, se secuestraron bebidas alcohólicas y equipamiento de sonido.

En la madrugada del sábado 20, se procedió a la clausura en simultáneo de varias fiestas clandestinas. Una de ellas, en avenida Caseros al 1500, donde se secuestraron equipos de sonido y se desarticuló la presencia de más de 50 personas que se encontraban en el lugar. Mientras que en la zona de Brown y Solís, de Quilmes Centro se clausuró otra fiesta en la que participaban alrededor de 50 adolescentes.

Al mismo tiempo, otro cuerpo de inspectores, se dirigió al sector de República del Líbano y Condarco, de Quilmes Oeste, donde se encontraron con una multitud en pleno festejo. Más de 100 personas estaban reunidas bailando y consumiendo bebidas alcohólicas. Los inspectores procedieron a clausurar la fiesta, labrar las actas correspondientes y secuestrar equipos de sonido y bebidas alcohólicas.

Lo propio sucedió en la calle Sobral al 300, de Ezpeleta, donde se infraccionó al propietario de una finca por estar realizando una fiesta clandestina.

Por último, se realizó la inspección de una hamburguesería ubicada en Lamadrid al 1600, por permanecer abierta fuera del horario establecido por el decreto vigente y en la que se encontraban adolescentes. En ese momento, los inspectores pudieron constatar que la misma no contaba con la habilitación municipal de comercio para funcionar, por lo que procedieron a su clausura.