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La audiencia 55 del Juicio Brigadas se desarrolló ayer y contó con el testimonio de Fernando García, sobreviviente del Pozo de Quilmes; y Diego Genoud Santucho, hijo de Manuela Santucho, quien permanece desaparecida.

García mencionó a una mujer embarazada detenida en el centro clandestino de detención y exterminio, caso que ni siquiera aparece en el listado de víctimas de este juicio.

El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata -que está integrado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basilico- juzga a 17 represores, entre ellos a Miguel Etchecolatz y el ex médico policial quilmeño Jorge Antonio Berges por las torturas, homicidios y ocultamiento de menores en perjuicio de casi 500 víctimas alojadas en tres centros clandestinos de detención durante la última dictadura cívico-militar. Es transmitido por La Retaguardia, la Justicia y la Comisión Provincial por la Memoria (CPM).

Son juzgados, por los delitos cometidos en el Pozo de Banfield y el Pozo de Quilmes, el ex ministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura, Jaime Smart; el ex director de Investigaciones de la Policía bonaerense, Miguel Etchecolatz; el ex médico policial Jorge Antonio Berges; Federico Minicucci; Carlos Maria Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Di Pasquale. También son juzgados Guillermo Domínguez Matheu; Ricardo Fernández; Carlos Fontana; Emilio Herrero Anzorena; Carlos Hidalgo Garzón; Antonio Simón; Enrique Barré; Eduardo Samuel de Lío y Alberto Condiotti. Por los crímenes de lesa humanidad cometidos en “El Infierno” también están imputados Etchecolatz, Berges y Smart. Miguel ángel Ferreyro falleció en el transcurso del juicio, estaba imputado por los delitos cometidos en la Brigada de Lanús.

Diego Genoud, hijo de Manuela Elmina Santucho, quien fue detenida el 13 de julio 1976 en Villa Crespo. Trabajaba en un estudio de abogados y era militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores – Ejército Revolucionario del Pueblo. “Mi vieja está desaparecida, tenía 36 años cuando la secuestraron”, comenzó el testimonio del joven. Junto a ella, fueron secuestradas Alicia D´Ambra y Cristina Navajas, quienes estaban embarazadas. Su primo Miguel Santucho declaró en junio del año pasado por este mismo caso.

“El Poder Judicial siempre me generó desconfianza, más allá de que hay hombres y mujeres valiosas que trabajan en la Justicia. Lo veo como una caja de resonancia de las luchas sociales. Me interesa dar testimonio, pero siempre en este marco, de pensarlo como una vía más. Durante siete años milité en HIJOS, en la Mesa de Escrache, y siempre defendí otra noción de justicia, que surge desde abajo”, precisó.

Luego declaró Fernando García, sobreviviente del genocidio. “Llego al Pozo de Quilmes después de un mes en el Vesubio y de una semana en una comisaría que nunca pude identificar plenamente pero según me dicen es Monte Chingolo en Lanús. Llegué de madrugada, encapuchado, con las manos atadas y en ropa interior”, recordó.

Y describió el tormento: “El régimen de guardia era de 24 x 48. Como en casi todas las cosas, había un grupo que era un poco más tolerante y otros más duros. Siempre recuerdo que había uno que llegaba y decía ´Buenos días, soy Tatú y para ustedes soy Dios porque decido quien vive y quien muere´. Volcaban la comida en el piso y teníamos que comer de ahí, una vez por día pasaban con un tacho para hacer nuestras necesidades fisiológicas”, sostuvo. Fue liberado y se exilió a Brasil.

La audiencia pasó a un cuarto intermedio hasta el martes próximo, no sin antes determinar que se librará un oficio de forma “urgente” a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad para que notifique sobre la posibilidad de un nuevo caso de una mujer embarazada detenida, mencionado por García durante su exposición, en el Pozo de Quilmes. La solicitud fue de Emanuel Lovelli, abogado que representa a Abuelas de Plaza de Mayo. Se trata de Beatriz Alicia Lenain, quien fue vista en el Pozo de Quilmes por el testigo. Hasta el momento se desconocía que pasó por ese centro clandestino de detención y la posibilidad del embarazo.

Trabajadora estatal y militante peronista, secuestrada el 5 de febrero de 1977 de su domicilio, en Lanús Oeste (Buenos Aires), en un operativo ilegal de detención y posterior desaparición forzada. Tenía 27 años.

En la causa del Pozo de Banfield se investigan los crímenes contra 253 víctimas; en la del Pozo de Quilmes, 181; y en “El Infierno”, sede de la Brigrada de Lanús, 62. De acuerdo con la Unidad Fiscal, de los 442 casos que se abordarán en el juicio, 36 víctimas pasaron por Banfield y Quilmes; 15 por “El Infierno” y Banfield; 3 entre “El Infierno” y Quilmes; y 6 víctimas pasaron por los tres centros clandestinos de detención.

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