- 14 de septiembre de 2021
Un hombre que sufrió secuestro y torturas en el centro clandestino "El Infierno" que funcionó en la Brigada de Lanús durante la última dictadura cívico militar aseguró hoy que a 45 años de ese hecho "buscamos verdad y justicia, no venganza".
Se trata de
Oscar Solís, quien fue secuestrado junto a su hermano Alberto, en 1976, cuando
tenían 22 y 21 años, respectivamente, y hoy brindó testimonio ante el Tribunal
Oral Federal 1 de La Plata, que desde octubre último juzga a 17 represores,
entre ellos, Miguel Etchecolatz, por los crímenes de lesa humanidad contra casi
500 víctimas que estuvieron cautivas en los centros clandestinos de Pozo de
Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno.
Solís y su
hermano fueron secuestrados el 16 de diciembre de 1976, en su casa de la
localidad de La Tablada, partido de La Matanza, y fueron llevados encapuchados
y esposados a "El Infierno", donde ambos sufrieron torturas con
picana eléctrica.
"Si
bien pasaron 45 años, pido disculpas porque me pongo mal al revivir estas
cosas, estas cosas se mantienen vivas, por eso, hay que colaborar con la
justicia y dar testimonio", dijo el hombre en su declaración vía
plataforma Zoom desde la ciudad de Shanghai, en China.
Solís, que
al momento de ser secuestrado era estudiante universitario y había fundado la
Federación de Estudiantes Peronistas de la Universidad de Lomas de Zamora,
contó que fue llevado a una sala y, tras colocarle un cable en uno de los dedos
de su pie, comenzaron a aplicarle picana en todo el cuerpo.
"Por
suerte no me dejaron impotente y tuve 4 hijos", aclaró la víctima, en
alusión a la picana aplicada en sus genitales.
Relató las
condiciones infrahumanas de alojamiento en ese centro clandestino, donde apenas
le daban de comer unas pocas cucharadas de algo parecido a un guiso mientras le
daban de beber "con una manguera que nos metían hasta la garganta".
No les
permitían bañarse y debían "rogarle" a los guardias que los dejaran
salir hasta un baño para hacer sus necesidades.
"Si no
te mataba la tortura te mataba la desnutrición", aseguró el hombre que
aportó los datos de otras víctimas con las que compartió cautiverio.
Recordó que
"en El Infierno estaba Nilda Eloy, era la única mujer, y estaba en la
última celda. Gritaba todas las noches, supongo que la estaba abusando".
"También
a veces la hacían gritar a Nilda cuando torturaban a otro detenido para que
éste pensara que estaban torturando a un familiar", recordó.
Solís
reflexionó que "si era degradante estar allí para un hombre, mucho más lo
era para una mujer que, además, como en el caso de Nilda, estaba sola en El Infierno".
Una semana
después de ser secuestrados y torturados, los hermanos Solís fueron trasladados
hasta un descampado y les dijeron que no se quitaran las capuchas hasta que
terminen de contar hasta 100.
"Mi
hermano estaba aterrado y me pidió que contáramos hasta 200. Y así lo hicimos.
Cuando terminamos de contar hasta 200 nos descubrimos y buscamos ayuda,
pensando en decir que nos habían robado. Pasaba un hombre con una camioneta que
se detuvo, y a pesar que estábamos con un olor impresionante nos dejó subir y
hasta comer unas ciruelas que tenía en un canasto", relató.
Ese hombre
"nos llevó a su casa, nos permitió bañarnos y nos dio de comer",
recordó interrumpiendo su narración por la emoción.
Más tarde,
los Solís se contactaron con su familia, que los fue a buscar de inmediato.
"Quedamos
con secuelas. Mi hermano tuvo varios ACV y yo por muchos años sentía a la noche
que frenaba un automóvil y me levantaba, creyendo que venían a buscarme",
dijo en relación a las secuelas que les dejó el cautiverio e indicó: lo
"muy movilizador y emotivo" de revivir esos hechos.
"Buscamos
la verdad y la justicia, sin venganza, todos los que sufrimos vejaciones y
humillaciones queremos eso", remarcó.
Consideró que
la última dictadura militar "generó un vaciamiento (en la sociedad
argentina), por eso del ´no te metás'".
Durante
esta audiencia también declaró Luis Paredes, amigo de Jorge Mendoza Calderón,
conocido como "El Piura", por ser oriundo de esa ciudad peruana quien
fue secuestrado el 5 de octubre de 1976 en su casa de La Plata.
"El
Piura" era estudiante de la carrera de Cinematografía de la Universidad
Nacional de La Plata (UNLP) y socio fundador del Grupo de Cine Peronista.
Paredes se
emocionó al recordar que "El Piura" "era como mi hermano" y
exhibió una foto del estudiante de cine desaparecido: "es una de las pocas
fotos de él, y la colocamos en el frente de El Infierno, donde fue visto con
vida por última vez", remarcó.
El Piura
"fue un militante de hierro y un gran cuadro político, militó en la FUR,
en la FUP y en Montoneros. Hicimos toda la carrera de cinamatografía juntos y
fue socio fundador del Grupo de cine peronista de La Plata", precisó.
Contó que
"desde ese grupo filmamos desde el acto de unificación de juventudes
peronistas en enero de 1972 hasta mediados de 1975, todos los acontecimientos
importantes que sucedieron en el país".
"Si
caían esos archivos ahí estaban las caras de todos los compañeros. Pero Jorge
nunca dijo dónde estaban, nunca habló", dijo emocionado.
Esos
documentos fílmicos ya habían sido preservados en una casa en Buenos Aires, no
estaban en La Plata y "El Piura" era uno de los pocos que sabía el
lugar, pero no lo dijo a sus victimarios, lo que permitió que esos archivos estén
preservados en el hoy Museo de la Memoria, en la ExEsma.
Además,
contó que existe una denuncia radicada en Francia donde constan los nombres de
los estudiantes de cine de La Plata que fueron secuestrados durante la última
dictadura cívico militar.
Ante esa
información, el fiscal Juan Martín Nogueira, pidió al TOF 1 que ese listado se
incorpore como prueba nueva.
El TOF 1,
integrado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basilico,
juzga por los delitos cometidos en el Pozo de Bánfield y el Pozo de Quilmes al
ex ministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura, Jaime Smart; al
exdirector de Investigaciones de la Policía bonaerense, Miguel Etchecolatz; el
exmédico policial Jorge Antonio Berges y a los imputados Federico Minicucci; Carlos
Maria Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Di Pasquale.
También
empezó a juzgar a Guillermo Domínguez Matheu; Ricardo Fernández; Carlos
Fontana; Emilio Herrero Anzorena; Carlos Hidalgo Garzón; Antonio Simón; Enrique
Barré; Eduardo Samuel de Lío y Alberto Condiotti.
Por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro conocido como "El Infierno" también están imputados Etchecolatz, Berges y Smart y el ex policía Miguel Angel Ferreyro.
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