Según trascendió, eran cinco sujetos con atuendo policial que ingresaron al lugar esgrimiendo armas de fuego y diciendo que iban a cumplir con una orden de allanamiento de la Justicia para una oficina ubicada en el quinto piso. Usaron inhibidores de señales de telefonía celular y cámaras de seguridad.

Al ingresar al hall de entrada del edificio los presuntos policías se llevaron como testigos-rehenes, a tres personas que estaban ahí. Juntos fueron a concretar el procedimiento aunque nunca dejaron la documentación oficial en manos del responsable encargado de la seguridad que estaba en la puerta de acceso.

El primer allanamiento fue negativo; y luego irrumpieron por la fuerza utilizando un “ariete rompe puertas” en otro departamento de al lado, también con resultado negativo ya que presuntamente buscaban una financiera.

Finalmente, agruparon a testigos y empleados de una de las oficinas que allanaron y les robaron todas las pertenencias.

La denuncia de lo ocurrido fue presentada en la Comisaría Primera de Quilmes por un conocido abogado de la ciudad que estuvo entre las víctimas.

Los cinco delincuentes se dieron a la fuga en una camioneta Toyota Hilux que se encontraba estacionada a metros del edificio asaltado y a menos de una cuadra de la plaza Conesa.