- 16 de agosto de 2022
Tres sobrevivientes y una niña apropiada declararon en la audiencia 76, que fue semipresencial, del Juicio Brigadas, que juzga a represores por delitos de lesa humanidad cometidos en centros clandestinos del sur del Conurbano.
El
sobreviviente Dalmiro Suarez fue el primer testigo y declaró en La Plata. “Toda
mi familia es santiagueña y estaba constituida por mi papá, Santos; mi mamá,
María Alejandro; y cinco hermanos: Omar Hilario, el mayor; Nora Fidelia, Nelfa
Rufina, yo y mi hermano menor, Arístides Benjamín. Mi familia es de origen
campesina, por cuestiones económicas, mi padre tuvo que venirse a vivir a
Buenos Aires porque se había quedado sin trabajo en Santiago del Estero.
Trabajaba en Vialidad Nacional. Fue activista gremial junto con anarquistas,
donde él aprendió a leer y escribir porque era analfabeto”, explicó.
El 7 de
octubre de 1974, su hermano menor fue asesinado “en una acción llevada a cabo
por el PRT”. “Decidimos irnos de la casa, Nelfa ya se había casado y estaba
embarazada de cuatro meses. Nos fuimos mi hermana con su compañero Víctor
Manuel Taboada; María Esther Alonso, compañera de mi hermano menor, y yo a la
casa de un amigo”, explicó.
“El 13 de
noviembre nos detienen a nosotros junto a una compañera que estaba a punto de
parir, Delfina Morales. Ese día tuve una reunión con compañeros de militancia,
volví a la casa donde estábamos parando (en la avenida San Martín de Bernal).
Pasé por la casa, no entré y seguí hasta el final de la cuadra, pero volví a la
casa y del techo cayeron tres o cuatro policías y me metieron”, recordó. Le
taparon los ojos, lo esposaron y lo sacaron. “Me introducen en el vehículo,
había dos o tres personas y salimos en el auto”, recordó, y sostuvo que la
sensación es que “no salió del radio de Quilmes”.
Pasó la
noche en un calabozo. Luego, lo trasladaron junto a Taboada y María Esther a
otro centro clandestino. “Terminamos los tres en una sala de tortura”, apuntó.
“Mientras
torturaban a María Esther, me colgaron de una barra con un gancho a unos 30
centímetros del piso y a Víctor lo colgaron en otro lugar, en forma de hamaca
paraguaya, agarrado de los pies y las manos. Ahí empezó el calvario de Víctor
porque lo torturaron con muchísima saña, fue tremendo”, relató, y precisó que
un médico tuvo que pedirle a los represores que pararan porque “iba a
reventar”. Finalmente, fue trasladado a Banfield, donde se encontró con su
hermana embarazada.
El primer
lugar fue el Pozo de Quilmes, el segundo Puente 12 y el tercer lugar de
transito fue el Pozo de Banfield. Fue allí cuando se enteró de la muerte de
Víctor Manuel, caso del que mencionó “hay acta de defunción pero no hay
cuerpo”, y detalló el camino del cadáver, que fue sometido a una autopsia, y el
“secuestro”.
Delfina
estaba en Bernal y dio a luz un par de mellizas. Fue atendida en una clínica
sobre la calle Pringles. “Después de partir la derivaron a la cárcel de Olmos”,
puntualizó.
Dalmiro quedó en Banfield hasta el 27 de diciembre, que fue trasladado a la Unidad 9 de La Plata. El 4 de febrero fueron secuestradas Nora y Olga, de quienes sigue sin saber nada.
Nelfa
Suárez, su hermana, fue la siguiente testigo. Fue detenida por primera vez en
1973 y trasladada a una comisaría de Capital Federal. Fue junto a María Esther
y Arístides, precisó. “A los días aparecen unos volantes con nuestros nombres
impresos con la firma de la Alianza Anticomunista Argentina. Ya estaban sobre
nuestros pasos”, dijo.
Brindó
detalles de su detención, que ya había sido comentada por Dalmiro, junto a
Delfina, también embarazada. Y recordó que Víctor, su compañero, le pidió a los
represores que no les hicieran nada a las mujeres. Las dos fueron trasladadas a
la comisaría de Bernal en un Ford Falcon verde. Fue golpeada salvajemente a
pesar de su condición.
Finalmente, fue trasladada a Olmos. El 17 de mayo de 1975 fue trasladada de urgencia a un quirófano porque no se escuchaban latidos. Víctor Benjamín nació por cesárea y su hermano Omar fue a visitarlo, hasta que dejó de ir.
Silvia
Negro, también sobreviviente, fue la tercera en declarar. Fue secuestrada entre
el 14 y el 15 de noviembre de 1974 junto a un grupo de personas en Lanús..
Victoria
Moyano Artigas, nieta restituida, fue la última en declarar. Es hija de María
Asunción Artigas y Alfredo Moyano, una pareja de uruguayos que fue desaparecida
en diciembre de 1977. Fueron llevados “sistemáticamente” al Pozo de Quilmes
“para torturarlos”, pero volvían a Banfield. El 25 de agosto de 1978, la joven
dio a luz una niña. “La llevaron a mi madre a una enfermería y me tuvo ahí.
Ella tenía miedo de que la tuvieran mucho tiempo sola por lo que usó un sistema
de contar contracciones y cuando ya estaba próximo el nacimiento, le avisaron a
los guardias que iba a nacer. Nazco a las 12.30 del mediodía, a mi madre no le
permitían darme el pecho pero me lo dio igual y le dijeron que me iban a llevar
a Casacuna de La Plata”, detalló.
El juicio
pasó a un cuarto intermedio hasta el martes 23 de agosto.
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