Raúl Benjamín Ibarra (45 años) y Gustavo Daniel Mastrangelo (35 años), que fueron encontrados “culpables” del delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” que tuvo como víctima al joven Diego Sebastián Sotelo, fueron condenados ayer a 12 años de cárcel por la jueza María Cecilia Maffei, del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº1 de Quilmes.

Ibarra y Mastrangelo, pidieron que fuera un jurado conformado por 12 vecinos de la zona, el que decidiera si ellos eran culpables o no del asesinato de Diego Sotelo.

Como ya informáramos desde estas páginas, hace unos días, fueron juzgados por el crimen de Sotelo, ocurrido el 29 de julio de 2017, alrededor de las 14.30, en el barrio La Cañada lindero al Arroyo, en las calles 173 bis y arroyo San Francisco. En ese lugar, varios hombres, entre los que se encontraban los acusados, se trenzaron a golpes de puño contra un grupo de jóvenes entre los que se hallaba Diego Sebastián Sotelo, que intentó huir del lugar y fue perseguido por los agresores que llevaban palos y un arma de fuego. Uno de los individuos, que la Fiscalía sostuvo durante el desarrollo del juicio, era Mastrangelo alcanzó a Sotelo y le dio varios palazos en su cuerpo hasta que el joven cayó al arroyo, donde otro sujeto que para la Fiscalía fue Ibarra le efectuó varios disparos con el arma de fuego que tenía en su poder, provocándole la muerte.

Durante el juicio, la fiscal María de los Ángeles Attarian Mena, solicitó a los vecinos que a la hora de deliberar, tuvieran presente que los dos imputados fueron coautores del asesinato de Sotelo, porque los dos intervinieron en el homicidio del joven; y así lo entendieron los integrantes del Jurado que hallaron “culpables” a Ibarra y Mastrangelo del delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” que tuvo como víctima al joven Diego Sebastián Sotelo.

Ayer, la jueza Maffei, en una audiencia de la que participaron la fiscal Attarian Mena, el defensor oficial Roberto Rosales que representó a Mastrangelo; y el abogado Jorge Esquivel, que patrocinó a Ibarra, resolvió condenar a 12 años de prisión a los dos acusados.