El oficialismo planteó ayer en plena sesión ordinaria del HCD local la “conexión Quilmes” con  nombres y apellidos, del escándalo por los robos de caños del gasoducto del NEA. Al mismo tiempo, se anunció que el secretario de Seguridad Municipal, Gaspar De Stefano, será convocado a la reunión de la Comisión de Seguridad del Concejo Deliberante. Ambas iniciativas fueron aprobadas en medio de fuertes cruces verbales entre oficialistas y opositores.

El presidente del bloque del Frente de Todos, Ariel Burtoli, pidió informes sobre la tramitación y habilitación de la empresa quilmeña acusada de comprar los caños robados de la obra del gasoducto en el noroeste argentino y apuntó contra el edil y primer candidato a concejal de la lista de Juntos en Quilmes, Ignacio Chiodo. Se recordará que el legislador local es el abogado del dueño de la firma bajo investigación y a su vez, fue el funcionario que habilitó la empresa durante la gestión del ex intendente Martiniano Molina. El predio que recibió “un tratamiento express”, según dijo el propio Burtoli, fue donde se encontraron parte de los caños robados.   

En medio de una catarata de gritos, Burtoli, solicitó al Departamento Ejecutivo que informe acerca de la firma del contrato de alquiler del  predio ubicado en Guido y Autopista Buenos Aires-La Plata, celebrado entre la Municipalidad de Quilmes y la empresa Presol S.A. para ser utilizado como depósito de vehículos secuestrados, y cómo fue obtenida la habilitación y si se presentó la documentación que exige la legislación vigente al momento de la firma del contrato celebrado durante la gestión anterior.  Este pedido se realiza en el marco de la investigación que lleva adelante la justicia salteña por el robo de caños valuados en 13 millones de dólares que pertenecen al Gasoducto NEA y fueron hallados en el predio mencionado.

Burtoli no dudó en hablar de un contrato de alquiler y un trámite de habilitación “sospechosos". El concejal molinista, Guillermo Galetto, reaccionó y no dejaba de vociferar contra “La Cámpora” a quien acusaba de “robarse los caños”; al tiempo que defendía a viva voz la actuación de Chiodo. Algo parecido ensayó el presidente del bloque de concejales de Juntos por el Cambio, Juan Bernasconi, que solicitaba al concejal oficialista que llevara sus dudas a la Justicia ya que el rol de Chiodo era un servicio “exclusivamente profesional”.

De todos modos, el debate pareció agotarse con la intervención del edil kirchnerista, Gabriel Berrozpe, que le reclamó a Galetto aplicar el mismo criterio de interpretación en el “caso del robo de los caños” que a la situación de la abogada del Municipio local que reclamó la libertad de los presos detenidos en plena pandemia. Cabe mencionar que el edil molinista habló de un escándalo debido a que la letrada estaba contratada por la Comuna, mientras defendía la libertad de los presos que participaban de un motín exigiendo la liberación por el Covid-19. El contrapunto entre los concejales, los gritos, las chicanas se repetían, mientras Chiodo escuchaba sin hacer comentarios. No pasó desapercibida la actitud del edil ya que no es habitual que un concejal ponga bajo sospecha la actuación de un par en pleno recinto. Sólo entregó en la presidencia del HCD una copia certificada de la causa que investiga la Justicia.

De todos modos, el debate por la inseguridad había estallado minutos antes, cuando la concejala Nair Abad, invitó al secretario de Seguridad y Ordenamiento Urbano de Quilmes, Gaspar De Stefano, a la Comisión de Seguridad del HCD. Lo hizo después de una larga exposición donde comparó las inversiones efectuadas en seguridad durante la actual gestión y la de Martiniano Molina. La alocución desató la interrupción de los concejales de la oposición que mostraban su fastidio por el contenido. “Están mintiendo, presidente”, repetía Galetto mientras alzaba la voz denunciando la liberación de presos y responsabilizó al oficialismo por sacar de prisión a delincuentes y haciendo mención de un escándalo porque la abogada que defendía a los detenidos que exigían ser liberados era funcionaria del municipio quilmeño.

También se sumó el legislador Facundo Maisu que terminó en un cruce casi personal con el presidente del HCD, Fabio Báez.

Por último, con la presencia de 22 concejales y representantes de Madres y Padres TEA (Trastorno del Espectro Autista) Quilmes, se aprobó el Despacho de Comisión que permite desarrollar normas que posibiliten la accesibilidad de las personas que presentan una discapacidad visual, motriz o cognitiva, la implementación de pictogramas de comunicación aumentativa y alternativa en edificios y lugares abiertos públicos. De esta forma, el Concejo Deliberante local llevó a cabo la última sesión del mes de octubre.