Tras más de 7 años de subrogancias, la provincia de Buenos Aires volverá a tener un juez electoral: el Senado de la Nación aprobó el pliego de Alejo Ramos Padilla, el magistrado que promovió y aún conduce el denominado “D’Alessiogate”, para ocupar el estratégico Juzgado Federal N° 1 de La Plata.

Con votos del kirchnerismo y rechazo de Juntos por el Cambio -que lo consideró un “juez militante”- Ramos Padilla quedó habilitado para quedar al frente del juzgado que tiene la competencia electoral sobre la provincia de Buenos Aires, el distrito más grande -y determinante- del país.

La aprobación se dio tras un breve debate, en el que la oposición cuestionó a Ramos Padilla y se expresó en contra de su designación, aunque avaló al resto de los magistrados.

La votación arrojó 66 afirmativos, sin negativos y con una abstención, ya que se aprobaron los 15 pliegos en bloque, pero Juntos por el Cambio y otros opositores provinciales aclararon su rechazo puntual a Ramos Padilla.

De esta forma, el magistrado pasará del Juzgado Federal de Dolores a ser el flamante titular del Juzgado Federal N°1 de La Plata, el que posee la competencia electoral en el distrito más importante del país. En ese cargo, el magistrado será el encargado de fiscalizar y tomar decisiones judiciales electorales en los comicios legislativos que tendrán lugar este año.

Ramos Padilla impulsó en 2019 una causa penal contra el espía y falso abogado Marcelo D’Alessio, a quien acusó de encabezar una asociación ilícita para extorsionar a dirigentes y empresarios con el armado de causas judiciales si se negaban a entregar diferentes sumas de dinero.

En la causa fueron procesados el fiscal federal Guillermo Stornelli -a quien Ramos Padilla acusó de colaborar con el inicio de los procesos judiciales para “amedrentar” a las supuestas víctimas- y el periodista de Clarín Daniel Santoro -a quien se apuntó por publicar en el diario información sobre las supuestas causas, con el objetivo de “ablandar” a las víctimas, según la denuncia-.

Por el hecho, el Gobierno de Mauricio Macri inició un juicio político contra Ramos Padilla, que finalmente no prosperó. Además, decidió no proponer al magistrado para el puesto de juez electoral bonaerense, pese a que había terminado primero en el orden de mérito del concurso. Finalmente, en diciembre, Alberto Fernández retiró el pliego anterior y lo propuso como magistrado.