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En el Juicio por Jurados que está realizándose en los Tribunales penales de Quilmes a la mujer que hace 3 años habría intentado matar junto a su amante, a su esposo dentro de una gomería de San Francisco Solano, declaró ayer la víctima.

El juicio continuará hoy con la declaración de otros tres testigos que lo harán a pedido de la defensa de la imputada y luego se escucharán los alegatos de las partes, para que posteriormente los doce vecinos de la zona que conforman el Jurado, determinen si Leonor Elizabeth Báez (53 años) es culpable o no de haber intentado asesinar a su marido, Héctor Eduardo Ramírez (47 años).

Ramírez, propietario de una gomería ubicada en Mosconi y la calle 853 de San Francisco Solano, se refirió ayer a la situación que vivió entre la noche del 5 de marzo y la madrugada del 6 de marzo de 2019, dentro de su local. Recordó que su esposa en ese momento y “El Paraguayito” lo agarraron del cuello por detrás; hizo referencia a que vio entrar a “El Paraguayito”, “pero no sé con qué me pegó”, agregó. Explicó que intentó defenderse del ataque pero que en un determinado momento perdió el conocimiento. “Yo me desperté en el hospital y no me acuerdo de nada”, sostuvo.

Cabe señalar, que el apodo “El Paraguayito”, es con el que se lo conocía a Higinio Morales Ocampo, quien ya fue condenado en un juicio abreviado como coimputado en el intento de asesinato de Ramírez.

El jurado de vecinos, escuchó también ayer a un médico legista del Cuerpo Médico Quilmes, especialista en Medicina Legal, que hizo el reconocimiento médico a la víctima, Eduardo Ramírez, cuando estaba en terapia intensiva en el Hospital ‘Isidoro Iriarte’ de Quilmes, a cuatro días del hecho y aseguró que “tuvo riesgo de vida. Yo tengo registradas múltiples heridas y hematomas compatibles con una estrangulación, puede ser mano, brazo o lazo y para mí, no había signos de lazo”, comenzó explicando el galeno; y añadió que “si se hubiera querido suicidar hubiera utilizado otro método. No había surco de ahorcadura”, sentenció.

LA BARRETA Y EL MARTILLO

Ayer, también brindaron su testimonio Johana Elizabeth González y su esposo, Carlos Montenegro, que tienen su dormitorio ubicado en el piso superior a donde se encuentra la gomería de Ramírez. Durante la declaración de la pareja, quedó evidenciado que había una enemistad previa con la imputada Leonor Báez. No obstante, ellos fueron los que respondieron a los pedidos que realizó la acusada esa madrugada de hace 3 años atrás.

Ambos recordaron que Báez les dijo: “Nos peleamos y éste se encerró ahí (en referencia a la gomería). Me prestás un martillo y una barreta?”. No obstante los dos aclararon que el pedido vino después que intentó convencer a Montenegro de que bajara a ayudarla, pero él se negó porque habían tenido inconvenientes previos, los cuales habían dado origen a una denuncia y a la intervención policial.

Los vecinos le arrojaron desde el balcón del primer piso, el martillo y la barreta; sin embargo, insisten en que fue al instante cuando Leonor Báez volvió a llamarlos y les dijo que su marido se ahorcó, que se comunicaran con el 911 y pidieran una ambulancia.

Los vecinos Johana y Carlos, remarcaron en sus testimonios que fue muy escaso el tiempo que transcurrió desde que le dieron la barreta hasta que les pidió que llamen al 911, poniendo en duda que realmente la puerta de acceso a la gomería estuviera trabada.

LOS PRIMEROS POLICÍAS EN LA ESCENA 

Por otro lado, se escuchó ayer el testimonio de los dos efectivos policiales del Comando de Patrullas Quilmes, que fueron los primeros en llegar al lugar y advertir que Ramírez aún se encontraba con vida. Daniela Eva Torres y Felipe Torres, recordaron que Leonor Báez les dijo que su marido se quiso matar. “Ella dijo que él se había colgado; dijo que habían discutido y que él se fue de la casa y que ella fue (a la gomería) por temor a que hiciera algo”, detalló la oficial Torres, al tiempo que agregó que (Báez) nos mostró dónde estaba el cable y dónde la víctima”. Su compañero, Felipe Torres, señaló que “la mujer (en referencia a Báez) dijo que lo encontró colgado y que ella misma lo descolgó; ella dijo que como no le contestaba barreteó la puerta y entró”. De todos modos, el policía reconoció que no miró si la puerta estaba barreteada y señaló que si bien había un cable en la puerta del baño para él “no estaba ni tironeado ni cortado, parecía un cable normal”. No obstante, los efectivos del Comando, se limitaron a auxiliar a la víctima y acompañaron a Leonor Báez hasta el Hospital de San Francisco Solano, donde intentaron ingresar a Ramírez, pero como no lo podían asistir se dirigieron al Hospital Isidoro Iriarte de Quilmes, sitio en el que ella se quedó para estar con su marido.

ALEGATOS Y VEREDICTO

Hoy, los integrantes del Jurado, escucharán a otros tres testigos que aporta la defensa de Leonor Báez, y luego serán los alegatos de las partes. La primera en alegar será la fiscal de Juicio, María de los Ángeles Attarian Mena, que le imputa a Báez el delito de “homicidio agravado por el vínculo en grado de tentativa”.

Posteriormente, será el turno de Luciana Wieckiewick y Mauro Russo, los abogados defensores de la acusada que sostiene que ella no hizo nada y fue él quien se quiso suicidar.

Una vez concluidos los alegatos, el juez Fernando Celesia, del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº1 de Quilmes, brindará las instrucciones a los vecinos que conforman el Jurado, quienes se retirarán a deliberar para emitir su veredicto.

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