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El teléfono de la joven Yésica Cuevas, supuestamente embarazada y quien fue vista por última vez el pasado 29 de enero, comenzó a ser peritado ayer junto al de su pareja Daniel Balmaceda en el marco de la investigación por la búsqueda de ella.

En las últimas horas, se cayó la pista sobre que ella estaba embarazada de trillizas.

Los dos teléfonos empezaron a ser peritados por el sistema UFED en el Gabinete Psicológico de Quilmes. El de ella lo aportó su madre y no contaba con contraseña; en tanto que Balmaceda ofreció voluntariamente la suya y un dato es que tenía activada la geolocalización, lo que permitiría establecer dónde estaba él al momento en que fue vista por última vez Yésica. 

Hasta el momento, la pista más firme es que Cuevas no estaba efectivamente embarazada de trillizas como ella le hizo creer a su pareja y a su mamá. Para la familia, la contextura física y la forma de su panza era la de una persona en un avanzado período de gestación.

La desaparición de Yésica Cuevas, de 42 años arrojó en las últimas horas datos importantes y en algunos casos llamativos, ya que se conocieron las búsquedas que la mujer hizo en su teléfono celular, al tiempo que la tarjeta SUBE registró actividad los días después de ser vista por última vez y se la vio subir a un colectivo. 

Según trascendió de fuentes allegadas a la investigación, la SUBE fue usada por última vez en la tarde del 29 de enero cuando fue vista por última vez.

La Justicia tendría una filmación de las cámaras de seguridad de la zona donde se desplazaba la mujer, en la que se ve a una chica físicamente igual a Cuevas y con ropa similar a la que llevaba ese lunes 29 de enero (una  remera blanca con un pantalón o calza negra), pero en este caso llevaba una bolsa de nylon en la mano. La grabación muestra que se sube por sus propios medios a un colectivo de la Línea 98, que tiene como destino final la Plaza Once en Capital Federal.  

En tanto, se confirmó que en el hospital Evita de Berazategui, donde presuntamente Yésica Cuevas se iba a atender, no tenía un parto programado ese día como ella afirmaba ni tampoco poseía una historia clínica.

La mujer desaparecida el lunes de la semana pasada insistió mucho ese día en ir a comprar un medicamento a la farmacia para su hija menor, pese a que faltaban horas para su presunto parto programado, según reveló Margarita, su mamá.

Por su parte, Eduardo Javier Balmaceda, pareja de Cuevas, afirmó que ella esperaba trillizos, pero al declarar ante la Justicia explicó que la mujer nunca dejó que él ni nadie la acompañaran a hacerse los estudios. 

EL TESTIMONIO DEL OBSTETRA

Mientras, un obstetra que atendió a la mujer desaparecida declaró el viernes pasado en la fiscalía a cargo de la investigación y aseguró que atendió a Yésica Cuevas a finales del año pasado en dos oportunidades en un centro asistencial de barrio de la localidad de Berazategui. El médico afirmó que "nunca" pudo comprobar que ella estuviera embarazada.

Fuentes judiciales revelaron que el especialista, en su declaración, señaló que Cuevas tenía mucha insistencia en que el profesional coloque en cualquier acta médica que ella estaba embarazada. 

En la primera visita, la mujer le dijo que estaba embarazada y con pérdidas, por lo que el médico le pidió una ecografía, pero nunca se la hizo.

En el segundo encuentro, Cuevas fue por una supuesta infección urinaria y para ver el estado de su embarazo. 

Sin embargo, el especialista le recordó que si no traía la ecografía él no podía constatar el embarazo.

"Usted escriba que yo estoy embarazada, que eso me va a ayudar a mí con mi pareja", le dijo ella al obstetra según declaró el médico en sede judicial.

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