- 02 de marzo de 2021
Una mujer que fue torturada y violada durante su cautiverio en distintos centros clandestinos de detención durante la última dictadura militar relató ayer nuevamente sus padecimientos en el juicio que se sigue en La Plata contra 17 represores.
"Nos
queda un dolor que no se va nunca, ya muchos compañeros se fueron, y a mi no sé
cuánto me queda, por eso estoy acá, recordando, recordando a los compañeros
muertos y esto causa mucho dolor y los genocidas no sé si se nos ríen
recordando lo bien que hicieron torturándonos, violándonos, yo les veo la cara
de satisfacción", dijo Lidia Biscarte (76).
La mujer
brindó hoy testimonio ante el Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata, que desde
el 27 de octubre último juzga a los represores por los secuestros, torturas,
crímenes y abusos sexuales cometidos contra casi 500 víctimas alojadas en los
centros clandestinos del Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno, en
Lanús.
Biscarte,
delegada sindical que trabajaba en el Puente Zárate Brazo Largo, fue
secuestrada el 27 de marzo de 1976, cuando fuerzas militares irrumpieron en la
casilla donde vivía, en un asentamiento de Zárate, y tras golpear y maniatar al
hijo de 8 años de la mujer, la redujeron y trasladaron a la comisaría de
Zárate, iniciando un recorrido que incluyó el paso por la Prefectura de Zárate,
el Arsenal Naval, el barco Murature, el Pozo de Banfield, Campo de Mayo y el
penal de Olmos.
En todos
esos lugares la mujer fue torturada con picana eléctrica, con la aplicación del
llamado 'submarino seco' y violada de manera reiterada.
"Necesito
que usted doctor (en alusión al presidente del Tribunal, Ricardo Basilico) haga
justicia, esto que relato no es una novela, es un dolor muy grande y mis
compañeros (de cautiverio) no están para defenderse, por favor, usted está ahí
para hacer justicia", reclamó.
Biscarte
contó que en cautiverio "se nos iba la vida todos los días" y precisó
que "cuando me secuestraron pesaba 64 kilos y cuando me liberaron en el
penal de Olmos pesaba 33; perdí todos esos kilos por la tortura y los malos
tratos, nos tenían como animales, o peor porque a los animales no se los
tortura".
"Este
debe ser mi juicio número 20 y a veces siento que venir a un Tribunal no sirve
de nada, porque los genocidas están en su casa: quiero que se haga justicia que
esto no se repita nunca más, pero nunca más de verdad", cuestionó.
Tras
relatar una vez más la tortura con picanas, el retorcimiento de sus pechos, las
violaciones, las golpizas, describió su paso por el centro clandestino de Pozo
de Banfield, donde no les daban de comer y desfallecían de sed, por lo que con
mucho penar reconoció que, en una oportunidad y desesperada, bebió orina de un
compañero.
"Estábamos
semidesnudos, apilados, no nos dejaron bañarnos, y nos sacaban de a uno y nos
llevaban a un cuarto preparado como pieza de tortura", recordó.
Biscarte
dijo que "quiero que esta gente que nos torturó y violó pague lo que hizo,
no pedimos venganza pero antes de morirme quiero saber que esta gente está
presa".
El TOF 1,
integrado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basilico,
juzga por los delitos cometidos en el Pozo de Banfield y en el Pozo de Quilmes
al ex ministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura, Jaime Smart; al
exdirector de Investigaciones de la Policía bonaerense, Miguel Etchecolatz; el
exmédico policial Jorge Antonio Bergés y a los imputados Federico Minicucci;
Carlos Maria Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Di Pasquale.
También
juzgará a Guillermo Domínguez Matheu; Ricardo Fernández; Carlos Fontana; Emilio
Herrero Anzorena; Carlos Hidalgo Garzón; Antonio Simón; Enrique Barré; Eduardo
Samuel de Lío y Alberto Condiotti.
Por los
crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro conocido como "El
Infierno" también están imputados Etchecolatz, Bergés y Smart y el ex
policía Miguel Angel Ferreyro.
El Pozo de
Banfield y el de Quilmes fueron dos de los centros clandestinos de detención
más grandes que funcionaron en la provincia de Buenos Aires.
En el TOF
1 se juzgarán los delitos sufridos por 429 víctimas y se prevé que declaren
unos 400 testigos.
Además, por los delitos cometidos contra 62 víctimas en el centro de detención y torturas conocido como "El Infierno", que funcionó en la Brigada Lanús, también serán juzgados Etchecolatz, el civil Jaime Smart, el exrepresor Juan Miguel Wolk (también juzgado por ambos Pozos) y el expolicía Miguel Angel Ferreyro.
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