Durante tres años, el menor fue obligado a trabajar en una distribuidora de bebidas alcohólicas (ubicada sobre la calle Lamadrid) bajo “condiciones inhumanas, sufriendo maltratos físicos con una fusta y sin acceso a la educación”, ya que su escolaridad estuvo interrumpida durante dos años.

El allanamiento fue llevado a cabo por la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 8 de Berazategui, a cargo del fiscal Daniel Ichazo. En el operativo participaron diversos organismos como la Dirección Nacional de Migraciones, el Ministerio de Trabajo, el Servicio Local de Niñez, Bromatología e Inspección Municipal, y el Programa de Rescate y Acompañamiento a las Víctimas de Trata.

“El menor vivía en una situación de extrema vulnerabilidad, con sus derechos fundamentales gravemente vulnerados”, según se denunció. La intervención no solo logró su rescate, sino que también busca garantizar la protección integral de sus derechos y su recuperación tras años de explotación y violencia.

El trabajo infantil está tipificado como delito en el Artículo 148 bis del Código Penal Argentino, que establece sanciones para quienes emplean a menores bajo condiciones abusivas y de vulnerabilidad. Las autoridades recalcaron la importancia de seguir combatiendo este tipo de delitos que atentan contra la integridad y el desarrollo de los menores.

El caso seguirá su curso en la Justicia, mientras el menor recibirá el apoyo necesario para su reinserción escolar y social.