Esta estructura octogonal de madera, inspirada en el clásico estilo francés, ha sido testigo del paso del tiempo y de la historia local, y ahora, tras años de abandono, volverá a recuperar su esplendor.

El kiosco, conocido como “El Satélite”, fue instalado el 23 de noviembre de 1910 por don Francisco Roumieu, un vecino destacado del barrio La Colonia. Su particular diseño, inspirado en las construcciones parisinas, lo convirtió en un punto de referencia en la ciudad, y con el tiempo, en un símbolo del patrimonio cultural de Quilmes. A pesar de su deterioro, hubo historiadores que pidieron su expropiación para declararlo patrimonio histórico, pero esos esfuerzos nunca prosperaron.

Sin embargo, la comunidad quilmeña nunca olvidó el valor de este kiosco, que durante décadas fue un punto de encuentro para vecinos y visitantes. Se desconoce el objetivo de la actual restauración, aunque preservacionistas locales lo siguen con atención ya que es un espacio con gran valor cultural.

Se espera que la restauración esté completa para finales de este año, devolviendo a la ciudad un ícono que forma parte de su memoria colectiva.