- 03 de febrero de 2021
La Escuela C.I.M.D.I.P. & Miguel Cané es pionera en la incorporación de robótica a su currícula y sumó actividades tecnológicas de la mano de Educabot.
En 2020
estaba planeado en Argentina que Programación y Robótica fueran materias de
enseñanza obligatoria en todas las escuelas del país, como parte del Plan
Nacional Integral de Educación Digital. La Escuela C.I.M.D.I.P. & Miguel
Cané de Quilmes ya había comenzado con proyectos de tecnología en sus aulas y,
a pesar del contexto de pandemia, logró consolidar un enfoque de innovación y
cultura maker acompañada por la empresa de tecnología educativa Educabot. Con
esa experiencia, en diciembre sus alumnos comenzaron a certificarse en
programación y pensamiento computacional.
Desde
2019, el colegio incorporó clases de robótica y programación como contenido
obligatorio para sus 1500 alumnos divididos en los tres niveles de enseñanza:
inicial, primaria y secundaria. En principio se pudo trabajar de manera
presencial bajo el formato Aula Maker de Educabot: un espacio con mobiliario
especial donde los chicos exploran los kits de robótica, las placas, drones y
demás herramientas a partir de una propuesta pedagógica personalizada.
"La
incorporación de la enseñanza de robótica surgió de nuestra inquietud constante
en innovar y buscar herramientas que sirvan para el futuro laboral y académico
de nuestros alumnos. Contamos con un Aula Maker que es única en Zona Sur,
equipada con una impresora 3D, una cortadora láser, drones, kits con sensores y
actuadores y herramientas para automatizar tareas y programar", cuenta
María José Cimmino, una de las directoras de la escuela.
En 2020,
tuvieron el desafío de mutar al formato virtual y esa experiencia anterior
permitió que los chicos pudieran avanzar en proyectos complejos desde sus
casas. "Ante el nuevo contexto, ofrecimos al colegio nuestra plataforma de
programación a distancia que permite manejar los kits de robótica de manera
remota. También diseñamos especialmente un simulador de drones muy intuitivo.
Los chicos se adaptaron rápidamente, pudieron seguir aprendiendo y hasta
creamos juntos un club de robótica en estos meses", señala Matías
Scovotti, CEO y cofundador del Educabot. "El C.I.M.D.I.P. es un ejemplo
interesante de cómo las escuelas tienen la oportunidad de ser espacios de
innovación no sólo pedagógica, sino de ser la semilla que permita a los alumnos
ser protagonistas de la transformación de su entorno, a partir del uso,
apropiación y reinvención de las tecnologías disponibles", agrega.
A lo largo
del año, los alumnos del nivel secundario trabajaron proyectos donde
articularon la robótica con el resto de las materias y los presentaron en la
Feria de Ciencias del colegio. El objetivo fue pensar soluciones tecnológicas
para aplicar múltiples disciplinas, como ciencias naturales, matemáticas o
ciencias sociales. Por ejemplo, desarrollaron videojuegos sobre alimentación
saludable, crearon un riñón artificial con diseño 3D y diseñaron una "app
pulsera" para activar frente a un acoso callejero.
El nivel
alcanzado por los alumnos posibilitó que cuatro de ellos fueran seleccionados
por Educabot para formar parte de la delegación que representó a la Argentina
en el Mundial de Robótica 2020. La competencia está orientada a que participantes
de entre 14 y 18 años de 150 países se involucren con la tecnología
identificando problemas reales e ideando soluciones aplicables. El equipo
argentino compitió en desafíos semanales y llegó a desarrollar un dispositivo
automatizable de tareas cotidianas empleando herramientas de programación,
animación y diseño 3D.
"Nuestra
participación en el Mundial puede sonar poco creíble para quienes relacionan la
robótica únicamente con las Escuelas Técnicas. Desde C.I.M.D.I.P. queremos
mostrar que la robótica es para todos, somos una Escuela con orientación en
Arte, Economía y Humanidades y nuestros alumnos desde sala de dos hasta sexto
año del secundario han cursado robótica con resultados sorprendentes. En dos
años los avances fueron notorios, los alumnos aprendieron a programar, lograron
diseñar páginas web y crearon sus proyectos tecnológicos", comenta Leticia
Cimmino, otra de las directoras de la
Escuela.
Otra de
las experiencias internacionales del año fue Gamedev Py, el Campeonato
Latinoamericano de Videojuegos de Paraguay, en el que participaron 50 alumnos
de primaria y secundaria del C.I.M.D.I.P. y obtuvieron premios por desarrollos
propios. Además, muchos de los alumnos de primaria y secundaria para quisieron
continuar con las prácticas de robótica durante las vacaciones de invierno y se
sumaron a la Colonia Tecnológica de Educabot.
Por
último, a finales de 2020 y a raíz de las múltiples actividades que
desarrollaron durante el año, el colegio comenzó a promover que los alumnos
acrediten el conocimiento alcanzado rindiendo un examen para obtener la
Certificación Educabot en programación y pensamiento computacional.
"El C.I.M.D.I.P. llevó adelante un proceso muy valioso y es importante que puedan certificarlo. La cultura maker es más que un taller, es una filosofía sobre la cual repensar nuestra forma de intervenir en el mundo y de comprender que los aprendizajes se materializan a través de la concreción de proyectos. Además, despertó una opción vocacional en muchos chicos del colegio que empezaron a manifestar querer seguir aprendiendo tecnología a nivel universitario", concluye Scovotti.
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